Garcin:-He muerto demasiado pronto.
No me han dejado tiempo para…,
para realizar «mis» actos.
Inés:-Siempre se muere demasiado pronto
o demasiado tarde.
Y, sin embargo,
la vida está ahí,
acabada.
La raya está hecha y
hay que hacer la suma.
Tú no eres nada más que tu vida.
Jean Paul Sartre
A Puerta Cerrada (Huis clos) |
Jean Paul Sartre, en su obra “a puerta cerrada”, representó lo que para él era la viva imagen del infierno: estar condenado a la eternidad.. en un espacio cerrado y con dos personas más como “compañeras” de condena. De ahí la frase que luego se hizo popular “el infierno son los otros”. Pero a pesar de que la imagen es sugerente, lo más interesante de esa obra es, probablemente, la reflexión sobre las motivaciones de fondo que conducen a cada protagonista a cometer las acciones por las que que más tarde (se deduce) serán encerradas en la estrecha habitación. Sobretodo el miedo a mostrarse y a reconocerse como realmente son y su necesidad constante de autojustificación y redención ante los demás. En esto último está basada su condena: los reos se necesitan unos a otros en una especie de orgía dialéctica y no pueden salvarse individualmente. Las cosas les serian muy distintas si cada uno fuera lo que quiere, piensa o dice ser, pero no es el caso, por lo que necesitan la aprobación de los demás.
Ante el fenómeno de la “muerte” de la cooperación (al menos tal y como la conocíamos hasta ahora) surge la pregunta: ¿vamos a tener que encerrar a la Cooperación y a las ONG en la habitación del infierno sartiano con algún otro desafortunado acompañante? Méritos no les faltan.. Que la Cooperación no es quien dice ser lo sabemos tod@s. Que los intereses comerciales (en el mejor de los casos) deciden dónde va el dinero (y cómo) es un secreto a voces. Que las ONG se han acomodado en mayor o menor medida a ser un parche sin mayores aspiraciones (salvo honrosas excepciones) también es de dominio público.
Continua llegint «Transformando(nos)»