Hoy en El.Diario.es nos hablan de China y África. El desembarco chino en África parece que preocupa. Y mucho. 2.535 millones de € de inversión directa en un año en época de vacas flacas, cuarto inversor del continente detrás de EEUU, Francia y.. ¿Malasia?. Impresionante.
Es curioso como en los posicionamientos occidentales hacia China, y detrás de una aparente denuncia de lo que parece a todas luces una nueva colonización, acabamos encontrando al otro colonialismo, al nuestro, al de toda la vida. Da risa por ejemplo lo preocupados que fingen estar algunos por el impacto medioambiental de las inversiones chinas en África. ¿Alguien se ha preocupado alguna vez, sólo alguna, del impacto medioambiental de las inversiones europeas en África?. Por otro lado ¿A qué viene esa inquietud tan loable -a la vez que nueva- por los derechos laborales de los trabajadores africanos?.
La guindilla ya es insinuar que la inversión china, a diferencia de la occidental, no está sometida a las “condiciones que imponen el FMI y el Banco Mundial (BM)”, que supuestamente actúan de filtro respecto de eventuales violaciones de derechos humanos, etc, etc..
Seamos claros: no existen tales condiciones más que sobre el papel. Que se lo cuenten sino a los chadianos, quienes vieron financiar su oleoducto gracias al BM bajo cláusulas muy “estrictas” del BM respecto a como se iba a invertir el dinero del petróleo en educación, sanidad, etc. El BM impuso que se hiciera a través de la constitución de un fondo especial para las generaciones futuras .. que ha acabado engrosando la cuenta corriente de las generaciones presentes y futuras de allegados y familiares del presidente del país, Idriss Déby Itno. O a los habitantes de la República Democrática del Congo (RDC). Si no recuerdo mal el único representante del BM que se opuso abiertamente a la financiación del régimen de Mobutu en el antiguo Zaire (actual RDC) tuvo que salir por patas del país y sin embargo los fondos continuaron llegando sin problemasª. Actualmente el país está endeudado y tiene que devolver el dinero a acreedores occidentales, cuando en realidad dichos créditos nunca deberían haber sido concedidos, sobretodo si se supone que se concedían según criterios de derechos humanos..
Por último, y sin querer ser exhaustivo, es notorio como en el último Mobile World Congress el Ayuntamiento de Barcelona se negó a facilitar que durante el congreso se pudiera debatir, mediante un espacio insertado en el programa del evento, sobre la responsabilidad social corporativa de las empresas respecto a la obtención de las materias primas de la industria electrónica y los derechos laborales de sus trabajadores, que se encuentran en buena parte.. en África, en su mayoría en la RDC.
Seamos sinceros: China da miedo. África nos importa un comino.. como siempre.
Y para los que aún duden, una pregunta de concurso: ¿Puede usted argumentar razonadamente porque la inversión China en África es más preocupante -para los africanos- que la inversión de Malasia en África, cuantitativamente superior?
ª En 1978, el FMI nombró a Edwin Blumenthal para dirigir el Banco Central de Zaire. Blumenthal renunció dos años después, no sin antes publicar un informe demoledor en el que ponía, textualmente: la “corrupción sórdida y perniciosa” es tan grave que “no hay posibilidad, ninguna posibilidad repito, de que los numerosos acreedores de Zaire recuperen alguna vez sus préstamos”. Blumenthal fue amenazado y, temiendo por su vida, abandonó el país.
Poco después del informe de Blumenthal, el FMI concedió a Zaire el mayor préstamo concedido a un país africano. Cuando Blumenthal escribió su informe, la deuda de Zaire era de $5 billones; cuando Mobutu fue derrocado y murió en 1998, la deuda sumaba más de $13 billones. En los seis años siguientes al informe de Blumenthal, el FMI prestó a Zaire $600 millones y el Banco Mundial, $650 millones. En esos seis años, los gobiernos de Occidente prestaron a Mobutu cerca de $3 billones. Los bancos comerciales se negaron a otorgar más préstamos a Mobutu en ese período.