Varias ONG (25 concretamente) han decidido que había que acabar de una vez por todas con la indefinición y la incomodidad del mundo de las ONG hacia los movimientos ciudadanos surgidos alrededor del 15M y han tomado la iniciativa. Y vaya si lo han conseguido.
Esas entidades, a través de la campaña Somos Así, argumentan sobre las razones que motivan a la gente a dar su apoyo a causas sociales y nos explican que los humanos ayudamos porque ayudar genera una gran felicidad, personal y colectiva.
No voy a entrar en la profundidad de los argumentos pretendidamente científicos puestos sobre la mesa por la campaña, que suenan un tanto flojos en el mejor de los casos o, por generalidades, a sopa de ajo. Sí voy a entrar, en cambio, en que en un momento en que la ciudadanía ha ocupado plazas y calles para debatir públicamente en foros ciudadanos temas como son la deuda, los derechos humanos o las políticas del FMI – temas hasta hace poco monopolizados por el sector de las ONG – unas pocas entidades inician una campaña que no sólo apela a un instinto básico para conseguir recursos (dona y sé feliz..) sino que vacía de contenido la lucha por la justicia y por una transformación social en profundidad.
Y es que más de uno habrá dado un brinco del susto (y de la indignación) al encontrar en la primera página de la campaña la frase “cambiar el mundo” mezclada con los logos de entes y empresas que no sólo han sido objeto de denuncia constante por parte de varias ONG por su vulneración sistemática de derechos humanos en varios rincones del planeta sino que, actualmente, son denunciados por haber empezado a quitarse la mascarilla en nuestras propias calles vulnerando todo tipo de derechos básicos. ¿Qué cambio puede esperarse de la mano del Banco Santander sino es el de un trato justo a víctimas de desahucios y preferentes? ¿Cómo puede generarse un mundo mejor de la mano de Inditex que no implique de entrada el respeto de los derechos laborales en Turquía o Marruecos? ¿Dónde iremos a parar con Endesa si no empezamos por dar un trato justo a las comunidades indígenas en Latinoamérica?
La acción puesta sobre la mesa por estas ONG es en la práctica un toque de trompeta a retirarse a los tópicos más manidos de la caridad, explicando a los potenciales soci@ que dando una módica cantidad de dinero podrán dormir tranquilos y satisfechos la noche siguiente sin preocuparse de responsabilidades propias o ajenas. Es volver al escenario previo a las acampadas por el 07, en que el término ONG pasó a significar “por una justicia global” -después de un enorme esfuerzo de pedagogía y movilización ciudadana- para concentrarse otra vez en las funciones de peluquero de la sociedad, arreglando los flecos más feos y visibles de manera sincronizada con los causantes del desaguisado global.
Pues no señores, NO SOMOS ASÍ. Me resisto a pensar que se abre una brecha entre las ONG y los movimientos sociales y que el 15M marca la ruptura de la ciudadanía con las ONG, que gracias a campañas tan vacías más bien parecen formar parte intrínseca de un sistema injusto. Las acampadas del 07 marcaron la confluencia entre ambos y durante estos días he visto como el trabajo de muchos años de decenas de militantes de ONG muy conocidas era volcado, discutido y votado en las plazas de nuestras ciudades. Se animaban mesas redondas y se moderaban debates y charlas siempre desde el anonimato individual, pues lo importante no era el logo sino el contenido, trabajado penosamente y que por fin es devuelto poco a poco a la sociedad para que sea ella quien cambie el mundo. Me da que la brecha social se abre pero cada ONG sabrá de qué lado está, igual que lo saben sus soci@s y militantes.
Gracias por tus palabras Manel. Suscribimos tus palabras una a una. Uno de nuestros alumnos de Diseño Social más críticos nos ha recomendado este enlace y hemos aprendido mucho de tus palabras.
Nuestros objetos de acción no son "la protesta" sino la creación de sinergias y por ello siempre nos sumamos a cualquier causa con un buen fin, incluida "Somos". Pero iniciativas como "Somos" no serán las que ofrezcan un cambio real. Es imposible.
El cambio llegará al tomar conciencia de algo más profundo y que sucede cada día cuando decidimos en qué gastamos cada euro y cómo nos relacionamos con aquellos que nos rodean.
Seguiremos atentos a tus palabras para seguir aprendiendo-creando juntos.
Totalmente de acuerdo. Mis reflexiones de hoy sobre el tema:
http://albertsales.wordpress.com/2012/06/08/somos-asi/
Y algunas de las ONG de la larguísima lista que #nosomosasi
Genial, muy buen aporte!
Efectivamente el cambio ha de ser más radical… que nadie se asuste: debe ir a la raíz. Y difícilmente ocurrirá de la mano de la élite, del llamado 1%.
Salud!